En AMOR DARNOS
ENAMORARNOS
EN AMOR DAROS
ENAMORAROS

El Amor tiene una parte muy física en la Tierra Madre donde habitáis.
El Amor entregado en la pureza, en nombre de esa pureza tiene toda la expansión.
Vosotras mujeres, debéis entregaros al AMOR, a la entrega del Amor.
A la entrega, al recibir.
Vosotras mujeres, recibís.
La parte femenina del hombre también recibe, pero de otra manera.
La frase con la que conectamos y que te ha impactado tiene su porqué.
EN AMOR DAROS.

Vuestros cuerpos son cántaros sagrados.
Receptores de la vida sagrada. Sin necesariamente significar recibir un bebé.
Receptoras del Amor carnal.
Sois las diosas en la Tierra.

Se os ha convencido, intentado llenar de culpa, de miedo, de pudor. De ver vergüenza en el
disfrute de vuestra propia carne. Y en esa invasión de miedo habéis llegado a desconectar.
Y separado lo sagrado del cuerpo del sagrado Amor. Y os entregáis a ambos por separado.

Vuestra carne es tan sagrada como vuestra alma.
Y merecéis de darle goce. De sentir ese goce sin culpa.
No es dañino el disfrute del placer carnal, al contrario, es tan necesario como el respirar, pues
además venís de ahí.

En el placer de la carne, de vuestra sensualidad y sexualidad también habita la divinidad.
En el placer habita la divinidad y podéis conectar más fácilmente con ella a través del ponerle
consciencia y presencia necesaria a ese placer y entrega.
Disfrute, goce, placer, todo eso es Dios.
Y como parte de Dios que vosotros sois, ese disfrute es parte vuestra

El disfrute de la carne del que os hablamos, no es puramente sexual, sin embargo tiene su raíz
en esa energía.
Os hablamos también del baile.
En el baile encontráis un goce divino.
En el baile traéis a la divinidad a la Tierra.
En multitud de credos, se utiliza el baile para conectar con dioses, con dios, con la divinidad.
Cuando os bailáis, cuando disfrutáis de la danza, incluso estando a solas, es un ejercicio de
sensualidad, de conectar con vuestra raíz. Tomáis vuestras raíces, las más ancestrales, y hacéis
toma de tierra. Y haciendo ese acto sagrado lo podéis gozar.
Nosotras os invitamos a que bailéis, que busquéis ritmos, música que os conecte con vuestra
sensualidad, que os bailéis a solas. Que os disfrutéis. Que sintáis como conectáis con la
divinidad y la raíz.
Bailaros a solas. Honrándoos. Viendo como sois templos danzantes.
Viéndoos y reconociéndoos templos sagrados en la tierra.
Buscad ritmos sensuales, y bailaros a vosotros mismos. Ungiros en un perfume o aceite dulce.
En un espejo. Permitiéndoos ese disfrute.
Permitiros ese placer. Dejad que vuestro cuerpo se exprese, se libere. Y conectad con él.
Conectad con el templo de vuestra alma.

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