Canalización, miércoles 16 de noviembre.

El mensaje de los guías,  para hoy, es sobre el AMOR.
Sobre el amar. El AMOR, en mayúsculas. Sobre lo que significa el amor. Sobre lo que representa, sobre lo que nos hace movernos. El para qué del amor y del amar.

Nos dicen que estamos o hemos estado pasando unos momentos y que vamos a seguir pasando de otra manera, momentos de un crecimiento y una evolución muy grande. De traer al presente, de traer al consciente, situaciones, vivencias, experiencias que para cada uno de nosotros han resultado incluso o han podido resultar desagradables o que nos hayan marcado en según qué etapa de nuestra vida y eso nos hayan hecho incluso cerrar nuestros corazones, cerrar nuestros seres a la vida.

Ellos hoy nos vienen a recordar que uno de los hechos principales a los que venimos a experienciar la vida en el formato humano en la Madre Tierra es básicamente, crecer a través del amor, experimentar aprender a través del amor.

Sea cual sea. el formato en el que tengamos que experimentarlo.

A veces se nos dan situaciones muy desagradables, a veces se nos pueden llegar a dar experiencias en nuestra muy, muy desagradables, más, sin embargo, el aprendizaje es sacar, dicen que siempre lo hay un aprendizaje detrás de cada vivencia, aunque en ese momento, aunque en años continuos no seamos capaces de verlos. Ver el aprendizaje, ver lo que nos enseñó esa experiencia, pero que incluso antes de ir no somos capaces de comprender el para qué.

Venimos a aprender a perdonar, a aprender a amar, a seguir aprendiendo durante todo el el tiempo que estamos aquí en la tierra, a amar. Aunque no seamos conscientes de ello. Es básicamente en lo que a lo que se resume la vida.

Aprender a amar, aprender a perdonar desde este formato humano caminando en la tierra. La madre la Madre Tierra (es como ya nos han dicho otras veces) es una escuelita, es la gran escuelita y que a ella venimos a experimentar de una manera más tangible todo eso que se nos está diciendo, el amor.

Nos vuelven a decir que el amor no es eso que nos han vendido en las películas románticas.

Sino que el amor es la forma que tiene, Dios de hablarnos. Dios, el universo, gran espíritu, como lo quieras llamar, pero es la forma que tiene esa conciencia, esa inteligencia, por decirlo así es su lenguaje.

Y en estos días, lo que se nos invita y cuando desde el otro lado hay tanta insistencia es porque es el camino. Entonces se nos invita, al cambio de la mirada hacia el otro. Dicen que no es un ejercicio, muchas veces fácil, que no es un ejercicio cómodo.

No es cómodo, duele atravesarlo, duele acogerlo. Duele. Ellos saben que nos desgarra, nos puede llegar a desgarrar y a sentirlo físicamente, como un es que no puedo perdonar a esa persona o llegar a pensar que esa persona lo que me ha hecho es imperdonable.

Y dicen que no hay nada imperdonable porque nosotros no somos quiénes tenemos un nivel de juicio mayor, que lo que nos toca es eso a mismo aprender a perdonar.

Qué suena muy bonito que puede sonar muy romántico,  “aprende a perdonar a tu hermano”, pero es que es así el camino.

Se sigue recordando la importancia del lenguaje la importancia que tienen nuestras palabras a la hora de comunicarnos, de establecer relaciones con los otros, con el otro, con el que hablamos y con el que no está mientras hablamos. Eso es aún más importante, atender al lenguaje que ofrecemos del otro cuando no está presente. Especial atención a eso, es atender a este lenguaje y más, si no está presente de quién hablamos.

Puede parecer insistente, sin embargo, es incluso cuando no tengamos nada bonito que decir si no se nos ha preguntado. Especial atención a las palabras que vayamos a emitir, no solo a través de la boca, del lenguaje, sino también a través del pensamiento.

Qué palabras construimos, dejamos que se construyan en nuestros pensamientos.

Ya se nos ha dicho en varios consejos de Sabios, en varias canalizaciones, es que, si no tenemos nada que decir es mejor el silencio, es más nutritivo. O aporta Más.

Ese cambio de mirada es a lo que se nos invita a estos días. Un extra de amor, un extra de llegar a poder conectar con la compasión, que no con la pena. Aun viendo, aun conociendo, aun trayendo a la conciencia al presente, hechos que nos pueden haber dolido muchísimo que nos puede saber fragmentado, buscar herramientas. Buscar por lo menos, primero poner la atención e ir intentando conectarnos a la palabra compasión.  Nos invitan a que busquemos la palabra compasión, etimológicamente y la definición. Para ir acercándonos a ese concepto.

Todo esto siempre son invitaciones, no son dogmas, ni son directrices cerradas, son invitaciones.

También nos dicen que muchos de los corazones que estamos caminando, que están caminando, están cansados. Están cansados porque están desconectados de esa frecuencia, de esa fuente que es el amor.

Cuando nos descentramos, cuando nos perdemos de ahí, es cuando nos cansamos, nos dividimos, dejamos que la rabia se cuele en nosotros dejamos que el dolor hable a través nosotros. Actuamos en base a todo eso.

Nos dicen que podemos, cuando salgamos la calle, coger un cuarzo rosa y llevarlo con nosotros. También podemos ponerlo al ladito del agua para que ahí se sintonice con el agua que vayamos a beber.

Que realmente es el único camino que hay. Para aprender ya seamos conscientes o no, al final de una manera u otra vamos a aprender eso qué es el único camino que hay. Las miradas hacia los demás, hacia uno mismo también, pero hacia el otro. Es de lo que se nos Trata estos días, de esa mirada al otro.

Limpiar nuestro pensamiento, nuestra cabeza de juicios, de toda la maraña que podemos tener, intentar mirar con la mayor claridad posible, hacia todo nuestro entorno, más que nuestro entorno, que sea un poquito más allá, pero en especial a los que tengamos más cerca. Compañeros de trabajo familiares, el que te vende el pan, los vecinos, todo.

Es un ejercicio de máxima presencia. No juicio. Estar atendiendo a todo, o lo a la mayoría, detectar cuando vayamos a emitir un juicio vayamos a emitir una opinión, el atender es un ejercicio de máxima presencia. Necesario para ir depurando, aligerando.

Y todo esto, desde una calma. Desde la calma más absoluta que podamos imaginarnos. También nos dicen, que el amor no es un torbellino, que el amor es como una cascada. Cómo se la viéramos a cámara lenta… qué cae y que inunda.

Hoy lo que vienen a decirnos, básicamente, el cambio la transformación en nuestras miradas  hacia los demás, hacia los otros, para ir conectando a esa compasión.

Nos vuelven a recordar que el llevar el cuarzo es como un pequeño consuelo y la atención a las palabras.  La atención máxima las palabras. La presencia máxima a todas las palabras tanto a lo que emitimos, como a lo que se nos pasa por la cabeza.

Es un ejercicio de plena atención y presencia. Presencia en el presente.

Por hoy es lo que nos vienen a decir, así que te deseo un día maravilloso y divino.

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